El Tiempo

El tiempo. Es como llevar un reloj apretado en el cuello, mandando contracciones directas al pecho. Revolviendo las aguas del pensamiento. Querer correr a algún lado, donde sea seguro. Correr de algo que no se tiene claro. Correr del tiempo. Correr con el tiempo. Para no quedarse atrás. Es como si nos hubieran parido con prisa. Anda. Vete. Ya. Nace, pero pronto. Muérete luego, pero pronto. No pares o algo malo pasará. Nadie sabe qué. Pero pasará. Avanza. No importa que nadie sepa dónde queda adelante. Muévete. Rápido. No te detengas a pensar. Pensar es peligroso. Tal vez pensando te des cuenta que la prisa no es tuya. Y te quieras dar la vuelta. Y te le pares de frente al tiempo. Y le des cara a la embestida. Y justo cuando vayas a ser arroyado, se desvanezca la gente como una neblina que se levanta. Y te des cuenta del sin sentido de todo. Y te cuestiones. Y empieces a vivir diferente, y entonces te quites el reloj del cuello y la prisa con la que naciste, y las ganas de ir a algún lado. Y entonces te sientes a la orilla del mar, a contemplar lo hermosa que es la vida, cuando no tienes que llegar a ningún lado.

-Pablo López